A lo largo de este último año, se ha ido presentando, en diferentes librerías, “Un pueblo abandonado. Los engaños en la descolonización del Sahara”, una obra que repasa la historia del Sahara Occidental hasta la retirada definitiva española del territorio en febrero de 1976. Su autor, Alberto Maestre, se sirve de una infinidad de datos y referencias documentales para reconstruir esta parte infame de la historia de España que daría paso a la invasión marroquí, una ocupación militar que, 43 años después, aún perdura.
El del Sahara Occidental es un conflicto silenciado, pero aquí está este libro para contribuir a que no caiga en el olvido, pues, como bien dice su autor, si no se habla de un conflicto, no se ayuda a resolverlo.
“Un pueblo abandonado. Los engaños en la descolonización del Sahara” es una laboriosa ordenación de datos y documentos que el autor ha ido recopilando durante años de investigación. Poco se imaginaba Alberto Maestre que, de aquel trabajo de máster de la Universidad de Barcelona, saldría este libro.
– En su inicio, se trataba de un breve trabajo del máster de Estudios Históricos, concretamente de la asignatura Conflictos Internacionales y Nacionalismos. Y como siempre me había sorprendido que el Sahara Occidental constara aún como territorio pendiente de descolonización, me decidí por estudiar este contencioso – nos comenta el autor.
Ya entonces, a Agustí Colomines, que era el profesor de la asignatura en cuestión, le pareció una idea interesante porque, en todos los años que llevaba impartiendo esta materia, nadie había hecho nada aún sobre el Sahara Occidental.
– Y eso denota también el desconocimiento que hay incluso en el mundo universitario sobre este conflicto – comenta Alberto –. Pero el tema me cautivó tanto desde un principio que acabó convirtiéndose también en el trabajo de final de máster. Y es que me di cuenta que había mucho por investigar. Tanto, que cada vez que rascaba un poco, me encontraba con una sorpresa diferente. Y hay tantas…. Entonces me propusieron que siguiera con el estudio a través de un doctorado y, efectivamente, todo aquello se convirtió en una tesis doctoral, que fue la base para este libro.
Desde un principio, mi intención fue redactarlo para que fuera de lectura fácil, comprensible, que no sólo incumbiera al ámbito académico, porque, ¿para qué sirve que un tema así de importante se quede anclado en la Universidad y no salga del estudio académico? Entonces, lo que yo pretendía es que fuera un libro útil y que pudiera contribuir a concienciar a la gente de que existe este grave problema de descolonización en el Sahara desde hace tantos años. Y la manera de llegar a la gente es hacer un libro ameno y sin que fuera la típica tesis doctoral “tostón”… Que sirviera para algo y, sobre todo, para concienciar, porque es sorprendente que nuestra sociedad sepa tan poco del Sahara Occidental y del pueblo saharaui… ¡No se estudia ni en los colegios!, cuando, hasta no hace mucho, los saharauis eran nuestros conciudadanos…
Para Alberto Maestre, si no se da visibilidad a este conflicto, lo que se está haciendo es beneficiar a una de las partes, y concretamente a la parte ocupante, o sea, Marruecos. “Es como si estuvieras siendo, en parte, colaborador de esa ocupación, es decir, te conviertes en su cómplice”, apunta.
– Y eso es una cosa que no quiero que suceda. Por tanto, hay que hablar del Sahara. Y yo he querido hacerlo desde una óptica académica e imparcial, porque un historiador tiene que ser, dentro de sus limitaciones y condicionantes, lo más objetivo posible. Y creo que el libro responde muy bien a estos parámetros. De hecho, incluso el presidente de la República Árabe Saharaui Democrática, Brahim Gali, que me hizo la presentación en las primeras páginas del libro, me riñe un poco con alguna de las cosas en las que discrepa. Pero bueno, eso prueba que nunca podrán acusar a este libro de ser un panfleto del Polisario porque todo está basado y fundamentado con fuentes primarias.
De niño, Alberto vivía en Alemania pero algunas veces, durante las vacaciones escolares, realizaba viajes a lo que entonces era el Sahara español. Su tío era militar en el Sahara y allí vivían también sus primas. Para un niño de su edad, coger el avión desde Alemania y volar hasta El Aaiún era toda una aventura.
– Guardo muchos recuerdos de aquellas estancias en el Sahara de cuando era niño. Algunos, nunca los olvidaré, como cuando nos dijeron que mis tíos se volvían a la Península cuando lo de la Marcha Verde. Yo tendría unos 11 años, y oía aquello de “nos iremos a la guerra”, “Franco se está muriendo”…. Pero bueno, esas cosas que se te quedan y que luego, cuando lees un poco, ya ves que no íbamos a ir a la guerra y que todo estaba más o menos planificado.
– Desde luego, el libro es un arduo trabajo de investigación. ¿Cómo ha sido llegar a tanta documentación?
– Desde el principio, ya con el trabajo de máster, tuve muy claras mis limitaciones. Pero te va picando la curiosidad y sigues tirando del hilo hasta que vas dando con buenas fuentes. Piensa que toda la documentación oficial fue generada por la Administración española y, por tanto, prácticamente todo está en castellano. Y lo mismo pasa con los archivos, que, en su mayoría, están en España. Así que tuve cosas fáciles. Sí que han sido algunos años de viajes y desplazamientos a donde se encuentran los archivos, como el militar de Ávila o a otros privados repartidos por otros sitios, aunque aquí, en Barcelona, tenía el de Pablo Ignacio Dalmases, que dispone de mucho gracias a, entre otras cosas, la estrecha relación que mantuvo con el Secretario General del Sahara, Rodríguez de Viguri. A Pablo Ignacio Dalmases, siempre le comento que, gracias a su archivo, ¡me ahorre dos años de investigación! “¡Es que lo tienes todo!”, le decía yo …
En las notas a pie de página del libro, el autor va referenciando las fuentes de lo que va encontrando en el transcurso de su investigación, como el Archivo de Carlos Arias Navarro, en la Fundación Hullera Vasco-Leonesa. No es que este archivo dispusiera de mucho pero, de las pocas cosas que halló Maestre, se encuentran las dos cartas manuscritas en agosto de 1975 por el entonces delegado del Gobierno en Ceuta, el general Gutiérrez Mellado, y dirigidas al presidente del Gobierno, Arias Navarro.
En estas misivas, Gutiérrez Mellado señalaba que había sido un error la política española de haber considerado el Sahara como una provincia. Para el general, España debía jugar la carta marroquí y entregar el territorio a Marruecos. Según él, se tenia que evitar a toda costa que Hassan II apareciera como el gran derrotado porque no convenía nada para los intereses españoles. “No quiero ni pensar lo que sería un “Magreb” dirigido por Argelia, caído Hassan, dominando el Sahara e incluso Mauritania, todo ello en un régimen socialista muy radicalizado”, llegó a escribir el militar.
Efectivamente, el Frente Polisario era, para Gutiérrez Mellado, un instrumento de Argelia para apoderarse del Sahara Occidental. En este sentido, el libro de Alberto Maestre expone, por un lado, éste y otros posicionamientos dentro de aquel Gobierno tardofranquista que defiendían los postulados promarroquíes para la resolución del conflicto del Sahara. Pero por otro lado, muestra también otros pronunciamientos dentro de ese mismo Gobierno que defendían las tesis de Naciones Unidas para que el pueblo saharaui ejerciera el derecho inalienable a la autodeterminación, un derecho al que España se había comprometido a hacer cumplir ante la comunidad internacional y, por supuesto, ante el pueblo saharaui.
– Otro de los archivos que consulté fue el Archivo General de la Administracion, en Alcalá de Henares, y allí sí que tuve problemas porque, al ser público, había mucha documentación que no se podía consultar. “¿Cuánto habrá que esconder para que no se pueda consultar?», me pregunté. Pero había cosas que no se me había permitido examinar y luego las encontraba en un archivo de alguien que se había hecho copias. O sea que, a veces, todo parecía un poco absurdo. En cambio, a donde sí me hubiera gustado llegar era al archivo privado del Conde Barcelona, padre del Rey emérito Juan Carlos I, ya que ese personaje, tal y como explico en el libro, también tuvo cierta responsabilidad con lo que pasó en aquel año de 1975. Pero lamentablemente ha sido imposible llegar a ese archivo.
– En el libro, usted se reitera en la idea de «engaño». Vemos, incluso, esta palabra en el subtítulo del libro. ¿Por qué quiere incidir en esta idea?
– Hombre, porque todo fue un gran engaño, ya no sólo ante los saharauis, con quienes España tiene una deuda muy grande por abandonarlos y entregarlos a Marruecos y Mauritania, sino que España engañó también a la ONU prometiéndole que el pueblo saharaui ejercería su derecho a la autodeterminación, y no fue así. Al contario, desde entonces, los sucesivos gobiernos españoles han apoyado la ocupación de Marruecos al suscribir con la monarquía alauita, por ejemplo, acuerdos comerciales donde se mercadean los recursos del Sahara Occidental.
Actualmente, es también la propia Unión Europea la que firma acuerdos comerciales con Marruecos incumpliendo la legislación internacional vigente. Es el caso del acuerdo de pesca, que, al incluir en dicho acuerdo la pesca en aguas territoriales del Sahara Occidental, contraviene las dos sentencias del propio Tribunal de Justicia de la Unión Europea, de diciembre del 2016 y febrero del 2018, en las que se establece “que Marruecos y el Sahara Occidental son territorios distintos y separados, en virtud de la Carta de las Naciones Unidas y del principio de autodeterminación de los pueblos.”
– Ya se lo dijo el Ministro Solís a Hassan II en aquel par de reuniones que mantuvo con el monarca alauita en Marrackech a pocos días del inicio de la Marcha Verde. Como explico en el libro, el ministro español tranquilizó al rey Hassan para que no se preocupara por el Sahara asegurándole que todo estaba preparado para que se entregara a Marruecos, pero le pidió que, al menos, dejara que España se cubriera su imagen de cara a la comunidad internacional. Y mientras tanto, y desde las ondas de Radio Sahara, dependiente de Radio Nacional de España, estaban radiando cada día – y en hassanía – a la población saharaui que España no les abandonaría, que lucharía por ellos y por su independencia. Eso es un engaño absoluto, y no sólo a los saharauis, sino a la comunidad internacional en general.
– ¿Tiene usted constancia de que su libro ha llegado hasta la zona ocupada?
– Sí, porque un lector me ha mandado por Facebook una foto de mi libro en la iglesia de [la ciudad ocupada de] El Aaiún, que es de los pocos edificios españoles que la ocupación marroquí no ha eliminado. El lector se hizo la foto con el libro a pesar de los polícias que podían haber por ahí, y eso es muy arriesgado en la zona ocupada.
– ¿Cuál es la principal conclusión que ha sacado después de escribir este libro?
– Que nunca es tarde para resolver el conflicto. También, que España debería implicarse más en el intento de contribuir a encontrar una salida y que ésta tiene que pasar por lo que dictan las resoluciones de las NNUU, que no es otra cosa que se respete el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui. Nadie puede discutir que siempre será el pueblo saharaui el que tenga que decir la última palabra.
– ¿Realmente cree que algún gobierno español va a hacer ese giro radical del que habla usted en el libro y España asuma de una vez la responsabilidad que tiene como potencia administradora de iure del territorio?
– No veo que los políticos que tenemos ahora den la talla para este cometido, y eso denota debilidad por parte de España. Y claro, Marruecos se aprovecha haciéndole chantaje con la inmigración ilegal, el tráfico de drogas, la colaboración ante el terrorismo yihadista e incluso la amenaza de reivindicar la marroquinidad de Ceuta y Melilla.
– ¿Está usted esperanzado con la ronda de negociaciones impulsada por el enviado especial del secretario general de la ONU para el Sahara Occidental, el ex presidente alemán Horst Köhler?
– Sí, ya que, entre los demás actores importantes que están jugando sus cartas en el conflicto, están los EEUU, que empiezan a estar hartos de que el contribuyente estadounidense tenga que seguir pagando, después de tanto tiempo, el mantenimiento de la MINURSO (Misión de NNUU para el Referéndum en el Sahara Occidental). Le corre prisa y quiere que se arregle ya de una vez este conflicto, pero el problema es que no sabemos cómo quiere EEUU que se arregle. Lo que sí parece es que está forzando a las partes para que se llegue a un entendimiento. Pero en general, creo que tenemos que ser optimistas porque las conversaciones que mantienen actualmente Marruecos y el Frente Polisario son un paso después de tantos años de no existir un diálogo “oficial”.
El libro de Alberto Maestre ha llegado a ser presentado en el Senado español de la mano del senador Pablo Rodríguez Cejas, de Coalición Canaria. Actualmente, sigue recorriendo librerías y ciudades para, como pretende su autor, dar visibilidad al conflicto y, de esta manera, contribuir a su resolución.
(*) Imagen de cabecera: detalle del libro «Un pueblo abandonado. Los engaños en la descolonización del Sahara Occidental», de Alberto Maestre / foto: @lluisrodricap