Larry, el legionario que desertó y se pasó al Polisario

Larry Casenave llegó al antiguo Sáhara Español en un momento en que el territorio vivía una serie de complejos hechos históricos que no solo marcaron el devenir poscolonial de la llamada provincia 53, sino también el rumbo que tomaría entonces su propia vida. Al poco de la llegada de Larry al Sáhara, Hasán II lanzaba la Marcha Verde sobre el Sáhara Occidental mientras España oficializaba, el 14 de noviembre de 1975, la entrega de la colonia a Marruecos y Mauritania.

Con las invasiones de los ejércitos marroquí y mauritano, Larry huyó con los saharauis emprendiendo un éxodo por el desierto que duró meses. Pero se quedó por una veintena de años más junto a ellos en el exilio de los campamentos de refugiados de Tinduf viviendo como uno más entre ellos. Desde entonces, su vida sigue ligada al pueblo saharaui y a la lucha por su libertad.

Larry llegó al Sáhara sin apenas conocer nada de sus nómadas, pero acabó escribiendo con ellos la historia de su propia nación.

Corrían los primeros días de noviembre de 1975 cuando el rey de Marruecos, Hasán II, se disponía a lanzar la Marcha Verde sobre el entonces Sáhara Español aprovechando la agonía de Franco antes de su muerte. Las televisiones de todo el mundo se habían centrado en las columnas de aquellos 350 mil civiles marroquíes “desarmados” – o “únicamente armados con el Corán”, como decía su propaganda – que pretendían cruzar el paralelo 27º 40’ N invadiendo de esta forma el Sáhara Español por su frontera norte. Concretamente, por el paso del Tah, a 67 kilómetros al norte de El Aaiún, la capital del Sáhara Occidental.

Finalmente, la Marcha Verde cruzó la línea fronteriza el 6 de noviembre, pero otra marcha, la militar, ya había penetrado unos días atrás en el Sáhara Occidental por otro punto de la frontera a unos doscientos kilómetros al este del paso del Tah invadiendo a sangre y fuego el territorio y haciendo huir de sus casas a la población civil saharaui de la zona. La única oposición que se encontraron las fuerzas invasoras no sería la del Ejército español, sino la del Frente Polisario, que iniciaba una guerra de resistencia que duraría 16 años.

El 14 de noviembre de 1975, el Gobierno de Arias Salgado firmaba, con Franco enfermo y ya en sus últimos días, los llamados Acuerdos Tripartitos de Madrid, con los que oficializaba la entrega del Sáhara Español a Marruecos y Mauritania.

Aquellos días, a unos dos mil kilómetros al sur de la capital española, el Ejército español empezaba a abandonar el territorio con pena y tratando de dominar el impulso que empujaba a muchos de sus militares a lanzarse a defender la provincia. Pero la orden desde Madrid era clara: había que abandonar todo el Sáhara y, con él, a todos los saharauis dejándolos a su suerte ante los ejércitos ocupantes de Marruecos y Mauritania. Tan sólo un puñado de hombres decidieron quedarse en el Sáhara pasándose al Polisario. Larry fue uno de ellos.

De hecho, Larry ya había desertado del Ejército español unos meses antes tras un violento desencuentro entre su escuadrón y los beduinos de un frig[1].

Larry había llegado al Sáhara Español para hacer el servicio militar en la Legión. Era venezolano, pero, a principios de la década de 1970, estaba en Madrid estudiando con una beca para hijos de españoles, pues su padre era catalán y había huido de la España de posguerra por la vinculación familiar con la CNT y tras el fusilamiento de dos de sus tíos.

Por un problema administrativo con las autoridades franquistas, Larry tuvo que hacer el servicio militar y acabó alistado en la Legión. De esta forma tan azarosa, sus primeros meses en el Sáhara los pasó como legionario. Pero aquella noche en el frig, no pudo contenerse ante el abuso de su sargento y de algunos de sus compañeros de patrulla hacia los saharauis del campamento y, apuntando con su arma a los primeros, se puso del lado de aquel grupo familiar nómada.

Tras maniatar aquellos beduinos a los que hasta entonces habían sido sus compañeros y al mismo sargento, Moumen, el cabeza de familia, convence a Larry para que abandone el lugar con ellos. Larry acepta y es trasladado a un pozo donde la familia lo esconde durante más de dos meses a la espera del momento idóneo para ayudarle a llegar a la frontera con Mauritania para que pudiera emprender su camino de vuelta a casa. Larry pasaría los días completamente solo, pero Moumen y algunos de sus familiares vendrían cada noche, sin excepción, a sacarle del pozo, darle de comer y pasar las horas con él hasta la madrugada. Luego se marcharían y regresarían otra vez a la noche siguiente.

Pero una mañana, al poco de dejar a Larry solo en el agujero, Moumen y algunos hombres de su familia regresarían al pozo para sacarlo de allí definitivamente. Deben huir. Las Fuerzas Armadas Reales de Marruecos han entrado en el Sáhara Occidental por la frontera norte arrasando jaimas y poblados sin miramiento alguno por la gente que los habitaba y produciéndose violaciones y ejecuciones arbitrarias contra la población civil saharaui.

El éxodo a través de desierto llenó de perseguidos los caminos y carreteras que conducían al noreste del aún Sáhara Español. En total, unas 40.000 personas abandonaron sus casas y huyeron de las ciudades a finales de 1975 desplazándose hacia los pozos del interior del territorio y tratando de llegar hasta los grandes campamentos levantados en algunas poblaciones al este del país o ya en Rabuni, una vez cruzada la frontera con Argelia. La población civil saharaui huía aterrorizada por las rutas trazadas en la inmensidad del Sáhara sin que muchas de esas vías fueran del todo seguras por la amenaza que representaba sobre todo la aviación marroquí.

Como miles de saharauis, Larry, Moumen y la familia de este emprendieron la huida desierto adentro junto a otros grupos familiares. Unos a pie y otros en los Land Rover, todo el mundo iba en dirección sureste, pues se encontraban en la parte norte del territorio. Moumen desconocía el destino final de aquel viaje al que conducía a su familia, pero no se imaginaba que, para él, sería uno de no retorno.

Para Larry, se abría también un futuro muy incierto, pues aquel no era el tipo de huida que había imaginado tantas veces, puesto que su objetivo final era llegar como fuera a la frontera y, de ahí, emprender el viaje de regreso a su casa, al otro lado del Atlántico. Pero lo que ignoraba por completo era que, con el éxodo que estaba iniciando en ese momento junto a los saharauis, se uniría a ellos para siempre más.

Fotograma de la película biográfica de Larry Casenave «Cuentos de la guerra saharaui» (2003).

Marruecos invadió el Sáhara Occidental por el norte, mientras que Mauritania hizo lo propio por el sur. Mientras tanto, muchos de los saharauis dejan de huir y van engrosando las filas de la resistencia polisaria. Entre ellos, Moumen y algunos de sus hijos, que, tras algunas semanas de travesía por el desierto, deciden quedarse a luchar.

—Larry, vengo a despedirme — le dijo Moumen a Larry acercándosele con uno de sus viejos Mauser en la mano.

A Larry le costó aceptar aquella despedida, pero la entendió y continuó su camino hasta la siguiente parada: Tifariti. Y de Tifariti, a Mahbes.

La familia de Moumen, o lo que quedaba de ella después de que algunos de sus hombres se integraran en la resistencia de los frentes, permaneció en Tifariti un tiempo más a la espera de saber si acabaría siendo trasladada a otro lugar más seguro. Más tarde, Larry supo que la familia aún se encontraba allí establecida cuando la población fue bombardeada por la aviación marroquí unas semanas después. Resultaron heridos algunos de sus miembros, engrosando el macabro recuento de víctimas que no dejaba de aumentar entre la población civil saharaui que trataba de protegerse despavorida sin más refugio que aquella huida desesperada por el desierto.

En cuanto a Moumen, tampoco supo más de él hasta un tiempo después. Le dijeron que había caído mártir en el frente. En el momento de conocer el triste final del viejo, Larry maldijo aquella guerra y a todos los que no hicieron nada por evitarla, así como a los que permitieron que las caprichosas apetencias de Hasán II se atrevieran a adentrarse en la tierra de aquel noble pueblo nómada. Pero sus maldiciones solo fueron estériles lamentos en la noche que, como las súplicas de auxilio que aquellos desesperados beduinos lanzaban a la comunidad internacional, quedaron enterradas para siempre en la arena del desierto.

En Mahbes, Larry es colocado, junto al puñado de desertores del Ejército español, en una sala frente al mismo Luali, el secretario general del Frente Polisario, quien les ofrece una salida segura del territorio. Pero Larry y los otros seis legionarios pidieron quedarse y enrolarse en el Polisario.

Así es como Larry entra en combate junto al Polisario en unas primeras batallas contra Marruecos, pero serán tan solo unos pocos meses, pues, para evitar propaganda en contra proveniente de Marruecos, Luali no tardó en dar la orden de que ningún extranjero combatiera más entre las filas del Ejército de Liberación Popular Saharaui (ELPS).

Larry deja el frente y se establece de forma definitiva en los campamentos de refugiados saharauis durante casi dos décadas. Como un saharaui más, vive y trabaja para hacer, de los campamentos, un lugar más habitable en la inhóspita hamada[2] argelina de Tinduf. Es en ellos donde se establece el gobierno en el exilio de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), proclamada el 27 de febrero de 1976 y reconocida por más de otros 80 Estados.

Mientras la mayoría de los hombres están en el frente de guerra, son las mujeres quienes levantan y organizan el Estado saharaui en los campamentos, y Larry hace cuanto puede para contribuir en la construcción de la nueva sociedad saharaui. Siempre había algo que hacer, fuera en una jaima familiar, en un edificio público o en las calles de algún barrio. Se le encomiendan todo tipo de trabajos, pero algunos tendrán cierta complejidad y significancia. De estos años de exilio saharaui en Tinduf, son, por ejemplo, el diseño de algunos edificios públicos, como el Hospital Nacional y las escuelas 12 de Octubre y 9 de Junio, así como el de los emblemas de la Unión General de Trabajadores de Saguía El Hamra y Río de Oro (UGTSARIO) y de la Unión Nacional de Mujeres Saharauis (UNMS) y su contribución en la creación de los libros de texto para los niños de las diferentes wilayas[3] sirviéndose de la técnica de impresión de stencil o estarcido e ilustrando cada uno de esos volúmenes según lo que requería su temática, fuera esta matemáticas, ciencias o literatura.

En 1991, finaliza la guerra con unos acuerdos de paz que establecen un alto el fuego el 6 de septiembre de ese año y un referéndum de autodeterminación para el pueblo saharaui en el plazo de seis meses. Es decir, el referéndum debería haberse celebrado a principios de 1992. Pero Marruecos torpedeó desde el primer día el proceso de paz.

Tras el alto el fuego, Larry permanece en Tinduf un tiempo más, hasta que, en 1994, Jadiyetu, la mujer del presidente Abdelaziz, habló con él y le dijo:

—Larry, como ves, la gente está recogiendo sus cosas y, aunque parece que la celebración del referéndum se demora más de lo previsto, pronto nos iremos todos de aquí. Ya no hay guerra y cada vez hay menos que hacer en los campamentos, así que creemos que es el momento para que regreses junto a tu familia.

Larry se marchó a Venezuela, pero los saharauis de Tinduf no regresaron a su Sáhara porque, a día de hoy, en 2024, aún no se ha celebrado el referéndum de autodeterminación para el pueblo saharaui

Algunos años después, Larry regresó a Barcelona para establecerse en alguna ciudad de alrededor y rehacer su vida de nuevo. Pero, de una forma u otra, ha seguido siempre ligado al activismo en favor de los derechos del pueblo saharaui, al cual pertenece.

Larry Casenave, el pasado mes de noviembre, en la presentación de los proyectos del curso Business Open Data y Big Data / foto: @lluisrodricap

En 2003, se le dedicó la película “Cuentos de la guerra saharaui” y, en 2022, se publicó su biografía con el libro “Una vida junto al Polisario”. Hoy es miembro fundador y presidente de honor de Juventud Activa Saharaui (JAS).

[1] Frig: conjunto de jaimas que conforman un campamento.

[2] Hamada: tipo de paisaje de desierto pedregoso propio de la región sahariana y caracterizado en gran parte por su paisaje árido, duro, de mesetas rocosas y con poca arena.

[3] Wilaya: provincia. En Tinduf, cada uno de los grandes campamentos de refugiados saharauis.

(*) Imagen de cabecera: fotogramas de la película «Cuentos de la guerra saharaui» (2003).

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