Este 27 de febrero se cumplirán 47 años de aquella congregación en medio del desierto, a cielo abierto y en plena noche, en la que el Consejo Nacional Saharaui y el Frente Polisario lanzaron la declaración que proclamaría una República para todos los saharauis.
Un día antes de aquel acontecimiento, el gobierno argelino del presidente Boumédiène puso en aviso del anuncio de la nueva República a un grupo de corresponsales que habían llegado aquellos días a Argel desde otros países y les organizó un viaje de ida y vuelta para que estos periodistas pudieran cubrir, para sus respectivos medios, la proclamación de la República Árabe Saharaui Democrática. Entre estos reporteros, se encontraba Tomás Alcoverro.
Tras la reciente celebración del XVI Congreso del Frente Polisario, todo apunta a que la guerra en el Sáhara Occidental está entrando en una nueva etapa marcada por una escalada de la tensión bélica entre las dos partes enfrentadas que puede verse afectada por la introducción de nuevas armas en el campo de batalla y el incremento del uso de drones. Ante el más que previsible recrudecimiento de los enfrentamientos, Marruecos acrecienta su dependencia de Israel, de quien se sirve en gran medida para la adquisición de armamento, además de adiestramiento militar y tecnológico, convirtiendo al Estado sionista en uno de los nuevos actores en el conflicto que va adquiriendo mayor protagonismo.
La colaboración entre Israel y Marruecos viene de lejos, pero nunca fue tan fructífera como lo es ahora gracias a los acuerdos de colaboración entre Rabat y Tel Aviv alentados en buena parte por el ex presidente estadounidense Donald Trump durante su mandato.
El próximo 22 de diciembre, a las 19h, se presenta en la Casa Golferichs, de Barcelona, “Una vida junto al Polisario”, el libro que, desde una perspectiva en primera persona, repasa la historia reciente del Sáhara Occidental sobre todo desde que España abandonó el territorio entre 1975 y 1976.
Con el intento de analizar las principales claves que explican el origen del conflicto, el autor se vale del testimonio de Larry Casenave y del tiempo que éste vivió entre los saharauis para adentrarse en una lucha por la supervivencia como pueblo.
Por fin ha salido “Una vida junto al Polisario”, el libro que, desde una perspectiva en primera persona, repasa la historia reciente del Sáhara Occidental sobre todo desde que España abandonó el territorio entre 1975 y 1976. Con el intento de analizar las principales claves que explican el origen del conflicto, el autor se vale del testimonio de Larry Casenave y del tiempo que éste vivió entre los saharauis para adentrarse en una lucha por la supervivencia como pueblo.
Larry llegó al Sáhara sin saber apenas nada de sus nómadas, pero terminó escribiendo con ellos la historia de su propia nación.
El libro se presentará el próximo 22 de diciembre, a las 19h, en la Casa Golferichs, en Barcelona.
El pueblo saharaui sabe muy bien que es vivir confinado. La mitad de su población lo hace, desde hace 45 años, en un campo de refugiados en el desierto argelino de Tinduf. La otra mitad vive en el Sáhara Occidental ocupado, donde Marruecos ejerce una represión militar sobre el territorio llenando las cárceles marroquíes de presos políticos saharauis desde que España abandonó la que era su provincia 53, en 1975.
Ahora, con la pandemia del coronavirus escampando a nivel global, la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, ha hecho un llamamiento urgente a los gobiernos de todos los países del mundo para que liberen a los presos políticos de sus cárceles ante la amenaza de que estos puedan contraer el coronavirus.
Se acaba de conmemorar, el pasado 27 de febrero, el 44 aniversario de la proclamación de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD). Hace más de cuatro largas décadas de aquella congregación en medio del desierto, a cielo abierto y en plena noche, donde el Consejo Nacional Saharaui y el Frente Polisario lanzaron la declaración que proclamaría una República para todos los saharauis. España, por su parte, había puesto fin a su aventura colonial en África entregando el Sáhara a los ejércitos ocupantes de Marruecos y Mauritania. ¿Cómo reaccionó entonces la Organización para la Unidad Africana (OUA) ante el desafío que protagonizó el pueblo saharaui en aquellos días cruciales en el devenir del conflicto del Sáhara Occidental?
Esta semana se van a cumplir 5 años del asesinato del joven saharaui Mohamed Lamin Haidala. Aquel 8 de febrero de 2015, unos colonos marroquíes le atacaron y le hirieron de gravedad clavándole unas tijeras en el cuello. Las posteriores idas y venidas a hospitales y el maltrato que recibió Haidala en la comisaría central de El Aaiún sólo hicieron que agravar más su estado hasta que murió mientras era custodiado por la policía del régimen. Cinco años después (¡cinco!), la Administración marroquí aún retiene el cuerpo del joven mientras su madre, Takbar Haddi, no cesa en el intento por recuperarlo y poder darle una sepultura digna entre los suyos.
Acabamos el 2019 conociendo el acuerdo de gobierno con el que Pedro Sánchez se presentará a la investidura nada más comenzar el 2020. Pero en el documento del acuerdo, no consta ningún punto ni alusión alguna a la resolución del conflicto del Sáhara Occidental a pesar de que las principales formaciones que previsiblemente llevarán al PSOE a la presidencia del Gobierno sean Unidas Podemos, el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), todas ellas defensoras del derecho inalienable del pueblo saharaui a la autodeterminación.
Representantes de la Federació ACAPS y Daha Bulahi, de ASAVIM, aprovecharon la celebración de la Conferencia para darse cita en la capital noruega y participar con el fin de dar a conocer la situación concreta de las víctimas de minas terrestres en el Sáhara Occidental.
Ante la negativa de Pedro Sánchez de formar un gobierno de coalición con Unidas Podemos, el presidente ahora en funciones nos convocó nuevamente ante las urnas para este domingo 10 de noviembre.
La inestabilidad política tanto en Catalunya como en España nos ha conducido a diversos procesos electorales en pocos años y, en cada uno de ellos, hemos rebuscado, entre los programas electorales, qué dicen los diferentes partidos en lo relativo al Sahara Occidental y el pueblo saharaui. Para no repetirnos una vez más con lo mismo, nos remitiremos al análisis del pasado 28A en este mismo espacio, aunque hay alguna novedad al respecto que deberíamos tomar en consideración.