El Sahara Occidental en los programas electorales del 28A

Ante la imposibilidad de lograr los apoyos suficientes para aprobar los Presupuestos Generales del Estado para este 2019, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, decidía, el pasado mes de febrero, dar por terminada la XII legislatura y convocar elecciones anticipadas para el próximo 28 de abril.

Estos comicios se enmarcan en un contexto de fuerte inestabilidad política y parece que traerán consigo cambios que agitarán la vida parlamentaria en estos próximos años. Está por ver si estos cambios propiciarán también, y de una vez por todas, un debate serio y siempre postergado sobre el conflicto del Sahara Occidental. A diferencia de anteriores procesos electorales, en esta ocasión no entraremos a analizar la posición de cada partido en relación con el conflicto del Sahara o lo que ha hecho o dejado de hacer cada uno de ellos por el pueblo saharaui, sino que nos centraremos en lo que dicen sus programas electorales al respecto.

Esta última legislatura ha estado marcada sobre todo por la moción de censura que echó del Gobierno al Partido Popular (PP) después de que, en mayo de 2018, la Audiencia Nacional fallara por la macrocausa del Caso Gürtel señalando al partido de Mariano Rajoy como partícipe de la trama a título lucrativo.

Tras la sentencia, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) presentó una moción de censura contra Rajoy postulando a su líder, Pedro Sánchez, como candidato a la presidencia del Gobierno. Pero pueden sorprender dos cosas con respecto al momento en que el PSOE decide presentar la moción. La primera es que se hace una vez que la Audiencia Nacional emite la sentencia por corrupción, cuando era sabido y notorio que la corrupción en el partido de los populares estaba generalizada desde hacía años.

La segunda cosa que llamó la atención es que entonces el PSOE sí vio suficiente mayoría no sólo para que prosperara dicha moción, sino también para que se pudiera formar Gobierno al margen de Ciudadanos (C’s). Dos años antes, en 2016, el líder Podemos, Pablo Iglesias, ya reclamó a Sánchez formar gobierno con esta misma fórmula, pero Sánchez optó finalmente por pactar primero con C’s dejando fuera de las negociaciones al partido morado y ofreciéndole únicamente la posibilidad de que avalara a posteriori ese acuerdo entre PSOE y la formación naranja. Pero el partido de Iglesias se negó a suscribir ese pacto que fraguaron a sus espaldas socialistas y liberales. Con sólo los votos de C’s, Pedro Sánchez no lograba sumar una mayoría suficiente, pero decidió no constituir tampoco un frente de izquierdas con el apoyo de nacionalistas vascos y catalanes. En octubre de 2016, Mariano Rajoy sería investido presidente.

En 2018, fue diferente y, respondiendo a los tempos que marcan las estrategias de su partido, Pedro Sánchez se mostró dispuesto a llegar a La Moncloa con los apoyos de los diputados de su grupo parlamentario y los de Unidos Podemos, los nacionalistas catalanes y vascos, Compromís y Nueva Canarias, con los que conseguiría descabalgar del Gobierno al Ejecutivo del Mariano Rajoy tan sólo ocho días después de que el PP fuera condenado por la trama Gürtel.

Pero Sánchez no conseguiría agotar la legislatura. La crisis con Catalunya, otro de los grandes factores de desestabilización política en España en los últimos años, sería determinante para finiquitar el mandato cuando se contaban escasos ocho meses de Gobierno socialista. La puntilla la pusieron los partidos independentistas catalanes, que, al considerar que el Gobierno central no había hecho «ningún movimiento» por lo que respecta a los presos y al llamado “juicio del procés” ni tampoco para un “debate de fondo” sobre la situación política de Catalunya, optan por no apoyar a Pedro Sánchez en la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para 2019. Ante esta negativa de los independentistas catalanes, el presidente del Gobierno dio por concluida la legislatura y disolvió las Cortes convocando a unas elecciones generales para el próximo día 28.

Los leones del Congreso de los Diputados en la entrada del Palacio de las Cortes, Madrid / foto: @lluisrodricap

A diferencia de en otros comicios, en este proceso electoral no entraremos a analizar el posicionamiento que cada partido político tiene sobre el conflicto del Sahara Occidental ni de su comportamiento para con el pueblo saharaui. Esta vez, nos ceñiremos, directamente y sin ambages, a lo que cada formación dice en su programa y veremos si hacen o no una propuesta explícita para el Sahara Occidental y el pueblo saharaui. Veamos, pues, cuáles son estas formaciones y qué dicen al respecto.

Empezaremos con el partido del presidente del Gobierno. En su programa electoral, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) sí hace mención explícita al conflicto del Sahara Occidental en el punto 7.17 de su apartado «Mediterráneo y Oriente Medio» dentro del bloque sobre política global: (1)

  • «Promoveremos la solución del conflicto de Sáhara Occidental a través del cumplimiento de las resoluciones de Naciones Unidas, que garantizan el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui. Para ello, trabajaremos para alcanzar una solución del conflicto que sea justa, definitiva, mutuamente aceptable y respetuosa con el principio de autodeterminación del pueblo saharaui, así́ como para fomentar la supervisión de los derechos humanos en la región, favoreciendo el diálogo entre Marruecos y el Frente Polisario, con la participación de Mauritania y Argelia, socios claves de España, que el enviado de la ONU para el Sahara Occidental está propiciando.»

Pero ya sabemos cómo se las gasta el PSOE en las políticas que tienen que ver con el Sahara Occidental y el pueblo saharaui. Han sido 40 años de infamias desde aquella proclamación de Felipe González en los campamentos saharauis de Tinduf (Argelia) el 14 de noviembre de 1976, en el primer aniversario de los Acuerdos Tripartitos de Madrid. En aquella ocasión, y puño en alto, el entonces Secretario General del PSOE dijo aquello de que su partido estaría con el pueblo saharaui “hasta la victoria final”. Luego vino lo que vino.

Como hemos apuntado anteriormente, esta vez no repetiremos lo que ha hecho o dejado de hacer para el pueblo saharaui cada uno de los partidos a lo largo de estas cuatro décadas, pero el posicionamiento del PSOE respecto al conflicto se pone de manifiesto en otro punto del programa, concretamente el 7.2., en este mismo bloque de política internacional, donde el partido se vanagloria de lo logrado con la firma de otro acuerdo también ilegal que ha rubricado recientemente la Unión Europea con la monarquía alauita:

  • “Se ha logrado negociar un nuevo Acuerdo de Pesca y su Protocolo entre la UE y Marruecos, ya con el consentimiento de la Eurocámara, por lo que se espera que la flota española pueda volver a faenar en Marruecos antes del verano de 2019.”

El acuerdo al que hace referencia este punto del programa del PSOE incumple la legislación internacional vigente porque incluye, en dicho acuerdo, la pesca en aguas territoriales del Sahara Occidental, a pesar de que dos sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, de diciembre del 2016 y febrero del 2018, establecen “que Marruecos y el Sahara Occidental son territorios distintos y separados, en virtud de la Carta de las Naciones Unidas y del principio de autodeterminación de los pueblos.” Aun así, el acuerdo se firmó aunque esto supusiera contradecir lo que dicta el derecho internacional y el mismo alto Tribunal de Justicia europeo.

A pesar de todo, el PSOE no para de crecer en las encuestas y todos los sondeos le colocan como el primer partido en intención de voto y a mucha distancia del segundo, el PP. Pero, aunque se confirmen estos resultados, está por ver si Pedro Sánchez tendrá los apoyos suficientes para ser investido presidente, ya que su principal amenaza, la coalición entre PP, Ciudadanos y Vox, una fórmula de partidos de derecha popularmente conocida como «el trifachito«, aspira a reeditar el pacto de Gobierno en Andalucía salido de las urnas el pasado diciembre y que desbancó al PSOE del gobierno andaluz después de 40 años de presidencia socialista.

Ninguno de estos tres partidos de derecha – ni el Partido Popular, ni Ciudadanos, ni Vox – lleva, en su programa electoral, propuesta alguna para el Sahara Occidental o el pueblo saharaui. Sorprende, además, que el PP sí llevara hasta ahora alguna propuesta al respecto en los programas de los anteriores procesos electorales. Por ejemplo, para el de las elecciones generales de 2016, encontrábamos la siguiente propuesta dentro del apartado de política internacional:

  • “En cuanto al territorio del Sáhara Occidental, continuaremos defendiendo una posición en la que se mantenga el papel central de Naciones Unidas y una vía dialogada para la solución, sobre la base de los parámetros establecidos por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, una solución política, justa, duradera y mutuamente aceptable que prevea la libre determinación del pueblo del Sáhara Occidental en el marco de las disposiciones conformes a los principios y propósitos de la Carta de Naciones Unidas, animando a las partes y países vecinos a avanzar el proceso.”

Esta vez, ni una alusión al Sahara Occidental o al pueblo saharaui. Sí que proponen, en cambio, un trato especial con Marruecos ofreciéndole “un nuevo Tratado de buena vecindad, amistad y cooperación”. Sin entrar en el tipo de relación que pretende establecer el PP de Casado con el vecino del sur, sorprende esta oferta a la monarquía alauita precedida de propuestas un tanto obsesivas que el partido tiene con Cuba, Nicaragua y, sobre todo, Venezuela, sin hacer, en cambio, la más mínima mención a la violación sistemática de derechos humanos que se dan en Marruecos y en el Sahara Occidental ocupado.

Si entráis aquí, podéis leer la carta con la que José Taboada, presidente de la Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sáhara (CEAS-Sahara), se dirige al líder y candidato del PP, Pablo Casado.

En cuanto a Unidas Podemos (UP), formación compuesta por Podemos, Izquierda Unida (IU) y Equo, entre otros, el adelanto electoral ha pillado a esta coalición de partidos en un momento delicado, pues, a la marcha del ex número dos, Íñigo Errejón, del partido morado, se han de sumar algunas bajas en las confluencias territoriales, como la valenciana de Compromís, que concurrirá en solitario a las generales, o la de En Marea en Galicia.

Pero la vuelta de Pablo Iglesias después de su baja por paternidad ha coincido con la salida a la luz de la trama de las llamadas “cloacas del Estado”, con las que, supuestamente, policías corruptos, el Ministerio del Interior del Gobierno del PP y medios de comunicación afines han tramado la difusión, desde 2014, de noticias falsas con las que dañar la imagen de adversarios políticos, concretamente de Podemos y de partidos independentistas catalanes. La restitución del honor de Podemos por parte de los medios de comunicaciones que secundaron estas fake news es una apuesta de Iglesias en esta campaña electoral y parece que está surtiendo efecto entre parte del electorado, pues, junto a sus propuestas de cambio y justicia social, parece que UP se recupera ligeramente en intención de voto después del descalabro sufrido en los últimos meses.

En el programa de Podemos, vemos un posicionamiento claro en favor del pueblo saharaui en su punto 329, dentro del apartado de Democracia Internacional:

  • Compromiso con la libre determinación del Sáhara Occidental y concesión de la nacionalidad española a la población saharaui residente en España
    • Defendemos el derecho a la libre determinación del pueblo saharaui. Por ello, asumiremos un papel más activo en el Consejo de Seguridad de la ONU y exigiremos revisar el marco general del proceso negociador, para fortalecer el mandato de la mediación de la ONU y posibilitar que el Consejo de Seguridad sancione a aquellos que obstruyan el proceso político. Además, abogaremos para que la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental (MINURSO) contribuya a la supervisión del respeto y defensa de los derechos humanos y la organización de desplazamientos oficiales sobre el terreno, tanto en el Sáhara Occidental como en los campamentos de refugiados de Tinduf.
    • Asimismo, aumentaremos las partidas de ayuda humanitaria para los campamentos saharauis, apoyaremos programas de formación y movilidad de la población saharaui y favoreceremos el acceso a la nacionalidad española de los saharauis residentes en nuestro país, con los mismos derechos que otras personas en su situación.
    • Por último, abogaremos por el nombramiento de un Representante Especial de la Unión Europea para el Sáhara Occidental que pueda hacer un seguimiento regular de la resolución del conflicto a nivel comunitario.”

Quizá este sea el posicionamiento más explícito plasmado en un programa electoral en apoyo del pueblo saharaui. A esto, hay que añadir la reciente visita a los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf, este mes de marzo, por parte de la senadora navarra por la confluencia Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea, Idoia Villanueva. La ahora también candidata al Parlamento Europeo fue recibida por el Frente Polisario y también tuvo oportunidad de reunirse con responsables de AFRAPREDESA (Asociación de Familiares de Presos y Desaparecidos Saharauis) y otras entidades saharauis de los campamentos.

Por su parte, el otro gran componente de esta coalición, Izquierda Unida (IU), también trae una mención explícita el Sahara Occidental en su programa, concretamente en el apartado de Internacionalismo, donde expresa su compromiso:

  • “A comprometernos con el proceso de descolonización del territorio no autónomo del Sahara Occidental y el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui y en la exigencia que España, como antiguo país administrador del Sahara Occidental, asuma su responsabilidad como garante de la administración del proceso de descolonización.”

En cuanto a los dos partidos independentistas catalanes hasta ahora en el Congreso, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y el Partit Demòcrata Català (PDeCAT), que se presenta dentro de la lista de Junts per Catalunya, tampoco presentan propuesta alguna para los saharauis, algo desconcertante cuando, en estos últimos años sobre todo, han apelado a otros Estados e instancias internacionales, como la Unión Europea (UE) y la ONU, para que supervisen el conflicto catalán y se impliquen en la resolución del mismo, algo que, por otro lado, y vistos sus programas electorales, no proponen ellos para el conflicto del Sahara Occidental.

Hay una tercera formación republicana e independentista, el Front Republicà, que se presenta en Catalunya y que, aunque tiene difícil aspirar a tener algún diputado en el Congreso, baraja opciones si consigue sumar voto de la izquierda radical y del independentismo crítico con ERC i PDeCAT. Está formado por el partido integrante de la CUP, Poble Lliure, y por los partidos Pirates de Catalunya y Som Alternativa, la formación impulsada recientemente por Albano-Dante Fachín después romper éste con Podem Catalunya. El Front Republicà no dispone de un programa electoral al uso y lo sustituye un breve manifiesto que se ciñe básicamente a la defensa del derecho de autodeterminación de Catalunya y de los derechos sociales y, por tanto, tampoco dice nada al respecto del Sahara Occidental y los saharauis.

En cuanto a los partidos nacionalistas vascos, el PNV, en el preámbulo del apartado “Máximo respeto y avance en derechos humanos y libertades”, no sólo no se olvida del Sahara Occidental, sino que lo cita en primer lugar para hablar del compromiso del partido con los derechos humanos en el ámbito internacional:

  • “EAJ-PNV tiene una larga tradición de defensa de los derechos humanos. Somos un partido humanista que defiende valores solidarios y, sobre todo y ante todo, la dignidad de la persona. Hemos dado siempre prueba de ello y han sido innumerables los foros internacionales y parlamentarios donde hemos manifestado nuestro compromiso por avanzar en esta materia, planteando iniciativas ante situaciones de conculcación de los derechos humanos en casos, entre otros, como el Sáhara Occidental, Libia, Siria, Turquía, Guinea Ecuatorial, Nicaragua y Venezuela. En el ámbito de Euskadi, hemos impulsado en la Comisión de Derechos Humanos e Igualdad todas las iniciativas para avanzar en este campo.”

Del resto de formaciones que han conformado el Congreso de los Diputados en esta XII legislatura, o no hemos encontrado nada explícito referente al Sahara Occidental en sus programas electorales, como son los casos de Coalición Canaria, Compromís y Foro de Asturias (ahora en coalición con el PP), o simplemente éstos no han sido colgados aún en las webs de los partidos (EH Bildu, UPN y Nueva Canarias).

Desde este espacio, seguiremos atentos por si estos programas son finalmente colgados en sus webs manteniéndonos al corriente también de las nuevas propuestas que puedan hacer los diferentes partidos al respecto, y nos unimos al llamamiento que hace CEAS-Sahara con el que pide “a los partidos, a sus candidatos y candidatas a implicarse de forma honesta en la defensa de los legítimos derechos de los que hasta no hace mucho eran ciudadanos y ciudadanas con DNI español, un pueblo hermano que abandonamos hace 40 años en lo que constituye uno de los hechos más infames y oscuros de la historia de España”.

Y para que se pueda decir que,

A LA HORA DE VOTAR, EL SÁHARA SE VA A NOTAR

(*) Foto de cabecera: detalle de la fachada del Palacio de las Cortes / foto: @lluisrodricap

(1) El post ha sufrido una modificación una vez el PSOE ha colgado el programa electoral

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